Oxford no quiere evaluar mi inglés

cuando ves a alguien que se queja de RENFE, de vueling o de cualquier otra compañía que discrimina a las personas con discapacidad quizá no te imaginas que tú mismo estés haciendo lo propio con otra un tiempo después porque te niegan el acceso a un servicio que están obligados por ley a que sea accesible. Pero sí, a veces toca, y es lo que vengo a hacer yo con una empresa adscrita a una prestigiosa universidad británica, con sede en Great Clarendon Street, Oxford OX2 6DP, United Kingdom, llamada Oxford University Press, que incluso tiene una filial en el Parque Empresarial de San Fernando de Henares, en España.
A poco menos de mediados del pasado año académico (es decir, sobre febrero), un centro educativo con el que estuve en su día muy relacionado y con el que sigo manteniendo contacto se convirtió en acreditado para realizar las pruebas de nivel de inglés Oxford Test of English, unas pruebas que se presentaron como un servicio innovador con incontables ventajas respecto a Cambridge, que hasta donde yo sé es la prueba de nivel más extendida por aquí, y con varios supuestos testimonios de gente super feliz con ellos en su página de inicio. La principal diferencia a mis efectos, y que ayudará a los lectores a comprender lo que explico a continuación, es que este examen de Oxford (abreviado como OTE) es respetuoso con el medio ambiente y, ya que los de Oxford imprimen cantidades ingentes de libros, por lo menos hacen su prueba de acreditación por internet, al contrario que Cambridge que, al parecer, la remite transcrita a braille, que como ya sabréis es el sistema de lectoescritura que utilizamos las personas ciegas, o en formato PDF con hoja de respuestas en Word.
Visto el relativo éxito de ese centro con estas pruebas y que para graduarme en la universidad (lo que espero que ocurra en un futuro) necesitaba en ese momento un nivel probado de inglés asimilable a un B1 en el CEFR (es decir, que debería maricularme en un examen de este tipo tarde o temprano), y también por el hecho de acreditar los conocimientos en el curriculum, en septiembre de este año les pregunté, más como trámite del que esperaba una respuesta afirmativa que otra cosa, si el examen era accesible. «Siendo una aplicación web y presumo que de creación relativamente reciente, no tendrá fallos de accesibilidad», pensé inocentemente. Exploré por encima la demostración de la prueba y sí los tenía, pero les supuse buena fe y creí que dispondrían de alguna alternativa para cosas como elementos para arrastrar y soltar inaccesibles (no es la solución, pero puede dejarse pasar).
Por supuesto, gran error. A finales de octubre recibí una respuesta a través del centro al que consulté diciendo, de parte de Oxford, que la aplicación no estaba adaptada; pese a que estaban trabajando para ofrecer el servicio al mayor número de personas con discapacidad posible, aún no habían llegado a la mía (como si fuesen recorriendo una lista de discapacidades y aplicando parches sobre la aplicación preexistente). Entonces me puse directamente en contacto con ellos, exponiendo mi situación, para que me confirmasen esta negativa por escrito. Y contra todo pronóstico, sin ningún reparo, responden lo siguiente, que paso a copiar de mi buzón de emails:

Estimado Iván:
Te informo de que, por el momento, no podemos facilitarte una solución para poder realizar el examen de Oxford Test of English.
Lamento mucho tener que darte esta mala noticia.
Aun así, te informo de que el examen de Cambridge sí puede solicitarse en modo Braille. Deberías contactar con la ONCE para ver si ellos pueden encargarse de gestionar esto por ti.
Muchas gracias por contactarnos.
Te recordamos que para cualquier duda o consulta puedes ponerte en contacto con nosotros a través de la dirección de correo electrónico oxfordtestofenglish@oup.es o llamándonos al teléfono 900 907 607.
Recibe un cordial saludo.
Centro de Gestión de Clientes
Oxford University Press España, S.A.
Tlf:   +34 900 907 607
oxfordtestofenglish@oup.es
ref:_00D24HkH7._5001o2zRaQv:ref

Empezando a desgranar el asunto por el final, me encanta la parte donde me remiten a la ONCE y, a través de ella, a Cambridge. Meses vendiéndome las maravillas de esta prueba de acreditación frente a Cambridge, y resulta que ahora me dicen que puedo recurrir a Cambridge para probar mi nivel. La realidad supera a la ficción.
Me centraré ahora en el primer párrafo de este escueto pero altamente aclaratorio mensaje: «{…}no podemos facilitarte una solución para poder realizar el examen de Oxford Test of English». El punto 2.C del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, define discriminación directa como «la situación en que se encuentra una persona con discapacidad cuando es tratada de manera menos favorable que otra en situación análoga por motivo de o por razón de su discapacidad». Se puede entender, de forma bastante objetiva, que al negarme el acceso a esta prueba de inglés estoy siendo tratado de manera menos favorable que otra persona en situación análoga (es decir, cualquiera de mis compañeros videntes que sí han realizado este examen), sólo por razón de mi discapacidad, y se entiende que cualquier otra persona con discapacidad visual, y me da la impresión de que, en general, cualquier persona con discapacidad que necesite adaptaciones en las pruebas, va a ser discriminada de igual modo.
Los principales fallos de accesibilidad que yo encontré fueron la no utilización de controles HTML nativos en ciertos escenarios (por ejemplo, que utilicen elementos cliqueables en lugar de botones de opción al uso en preguntas de opción múltiple) y la no implementación de una alternativa operable mediante teclado para las acciones de arrastrar y soltar. Estas dos incidencias son, al menos según lo que yo he explorado, muy fáciles de solucionar (lo más complejo puede ser la adecuación a Aria del arrastrado y soltado, véanse artículos como éste -en inglés- para más detalles y ejemplos de código). Pese a que como no son empresa de especial trascendencia social y a priori no están obligados al cumplimiento del nivel AA de las WCAG (directrices de accesibilidad a contenidos del World Wide Web Consortium), ofrecen un servicio discriminatorio, estando obligada a lo contrario en el RDL del que hablaba antes, concretamente en el punto 29.1, además de estar cometiendo una infracción administrativa con ello.
Por otro lado, me parece como poco insultante la evaluación de accesibilidad de algunos sitios web de OUP (no afecta al OTE, pero ilustra bastante bien su política respecto de la accesibilidad), de menos de 30 líneas y asegurándote que todo es accesible.
finalizando ya este artículo, estamos en pleno 2018 y ya están sobrepasados la gran mayoría de plazos previstos en la normativa sobre accesibilidad, y vemos que, lamentablemente, hay empresas, como es el caso de ésta, que siguen incumpliéndola flagrantemente y te lo anuncian con toda la normalidad del mundo. Es comprensible que Cambridge esté feliz con esta política de uno de sus competidores, pero desde luego para las personas con discapacidad supone una menor oferta de examenes de acreditación del nivel de inglés, consecuencia extrapolable a muchos otros tipos de bienes y servicios que aún hoy en día nos discriminan y a los que no podemos acceder o accedemos con dificultades.
Sólo espero que Oxford, por ser de la que hablo en este artículo, y en general todas las empresas cambien de opinión sobre la accesibilidad y la inclusión, aunque no soy demasiado optimista al respecto, y que podamos acceder a los mismos servicios que otra persona sin discapacidad en la medida en que se puedan adaptar. Desde luego, si Oxford no me hace el examen no es porque no pueda, sino porque no quiere.

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Autor: Iván Novegil Cancelas

Estudiante de periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela. Aficionado a la radio. Celtista. Vicepresidente Primero y miembro del equipo de gestión web y desarrollo en NVDA.es. Y otras cosas.

4 opiniones en “Oxford no quiere evaluar mi inglés”

      1. comentaron los de Cambridge hablando de pasada de esa convocatoria en concreto que fueron los de siempre los que pidieron todo tarde y mal, concretamente ya pasado el plazo de las adaptaciones especiales. Quiénes serán los de siempre te dejo imaginarlo. A mí me aceptaron todo lo que pedí (braille sin contraer -eso sí, seguía el código inglés- y hacer el examen en un PC suyo con NVDA, además de tiempo extra), ninguna queja en ese sentido aparte de la encuadernación, que era una cutrada.

        Un saludo.

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  1. Acabo de actualizar esta entrada con las últimas novedades en relación con la exigencia de título de lengua estranjera para obtener un título de grado en la USC, que se eliminó a finales del pasado mayo.

    Gracias por leer.

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